
ATLANTA (NBAMANIACS.ACOM).- Pese a que los Lakers llegaban con cinco triunfos seguidos y un Luka Doncic a pleno rendimiento, batir a estos Atlanta Hawks se sale de los cánones habituales de un partido, ya que pasan por ser uno de esos equipos que juegan sin freno alguno, ya cuenten o no –como era el caso anoche– con sus mejores jugadores.
La realidad es que ni siquiera hubo batalla. Ya en el primer cuarto la franquicia de Georgia vivió alrededor de los 10 puntos de ventaja, una diferencia que no paró de aumentar hasta alcanzar los 27 mediado el tercer cuarto. Game over y a otra cosa, dijo un J.J. Redick que optó rápidamente por dar minutos a sus piezas menos habituales hasta el 122-102 final.
Sin Trae Young, sin Jalen Johnson, sin Kristaps Porzingis… Lo que han hecho ante los angelinos estos Hawks tiene muchísimo mérito, ya que a través de un juego coral han dado pie a que destaquen jugadores menos habituales como Asa Newell o Mouhamed Gueye.
Si el primero de los nombrados logró 17 puntos desde el banquillo, el segundo firmó una actuación para el recuerdo al irse hasta los 21 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, abriendo la puerta a tener más participación con el equipo a partir de ahora, ya que en la temporada se queda en 15.9 minutos por noche.
Otra pieza a la que le sirvió el encuentro para entrar en ritmo es Zaccharie Risacher. El número 1 del draft de 2024 tuvo una plácida madrugada en la que aportó 19 puntos, 4 asistencias y 2 robos al equipo.
Con Luka Doncic no basta
El genio esloveno estuvo 27 minutos en pista en los que logró hasta 22 puntos, 5 rebotes y 11 asistencias. Jugó bien, pero a los de oro y púrpura se les vio perdidos casi desde el salto inicial. Lejos de la fortaleza grupal mostrada en otras ocasiones, tocó ver la peor cara de un equipo que tuvo muy poca intensidad y que cuando se quiso dar cuenta ya había perdido. En todo caso, su actual balance de 7-3 está realmente bien.








