Escepticismo es la palabra que define a gran parte de la población haitiana con el anuncio de un nuevo contingente de militares bajo la sombrilla de la ONU por el fracaso de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), de acuerdo a lo externado por el activista social para las buenas relaciones dominico-haitianas, Edwin Paraison.

“Muchos haitianos mantenemos reservas en cuanto a la presencia de tropas internacionales en Haití en base a experiencia pasada, porque cuando contabiliza el tiempo acumulado de presencia de las Naciones Unidas, son 30 años y una inversión importante en la Minustah; se fueron casi U$10,000 millones, para que, tres décadas después, tengamos a ese país en la situación que hoy está. Implica que hay un nivel de fracaso vergonzoso para todos”, lamentó Paraison al ser entrevistado en D´Agenda.

Admitió que la principal vergüenza es para el liderazgo haitiano, que son los interlocutores directos frente a la comunidad internacional.

Alertó que hasta que la población haitiana no vea cambios reales, principalmente con respecto al desmantelamiento de las bandas haitianas, no alberga ningún optimismo con respecto a la llegada de otro contingente militar.

“No va a ser este año; el despliegue de estas tropas puede durar cuatro o cinco meses, hay una burocracia muy alta; además de esto, hay que ver el tema financiero, nadie ha hablado de eso; los kenianos estaban buscando para reunir fondos para 2,000 miembros de su contingente y no lo lograron”, recordó.

Dijo que tampoco se ha explicado qué va a pasar con la tropa keniana, si se va a provechar su experiencia en el terreno, además de que, por estar ahí, no hay que pagar boletos de avión, y pueden ser de gran ayuda para el nuevo contingente que está previsto que llegue.