Acércate+Tv | La vesícula biliar es un órgano vital del sistema digestivo que merece nuestra atención y cuidado.
Recientemente, hemos constatado un aumento en los casos de problemas relacionados con la vesícula, como piedras e inflamaciones, lo que nos lleva a reflexionar sobre su función y la importancia de mantenerla saludable.
Para profundizar en este tema, hemos tenido la oportunidad de conversar con la doctora gastroenteróloga y endoscopista, Pamela Cabrera, quien ejerce en Corazones Unidos y tiene servicios en varios hospitales, incluyendo el Hospital Central y el Hospital de la Policía Nacional.
FUNCIÓN DE LA VESÍCULA
La vesícula, situada justo debajo del hígado, tiene como función principal almacenar y concentrar la bilis producida por este órgano. Cuando consumimos alimentos grasos, la vesícula se activa y libera bilis para ayudar en la emulsificación y absorción de estas grasas en nuestro sistema digestivo. Podríamos compararla con un dispensador de jabón que, al recibir una “orden” de grasas, se activa y ayuda a disolverlas.
Uno de los problemas más comunes que afectan a la vesícula es la litiasis vesicular, que a menudo se descubre de manera incidental, ya que muchos pacientes no presentan síntomas evidentes. Sin embargo, cuando estas piedras causan dolor o inflamación, pueden derivar en condiciones más serias como la colecistitis. Si no se controla el consumo de grasas, la vesícula puede inflamarse crónicamente, provocando complicaciones significativas.
Es crucial monitorear la salud de la vesícula, y si bien el tratamiento conservador puede ser suficiente en casos asintomáticos, la cirugía puede ser necesaria si se presentan síntomas. A pesar de que se puede vivir sin vesícula, su función es relevante para la digestión.
FACTORES DE RIESGOS
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar piedras en la vesícula, tales como ser mujer, tener sobrepeso y contar con una edad fértil, debido a la influencia de las hormonas en la formación del colesterol. Asimismo, una dieta alta en grasas y el uso de medicamentos que provocan pérdida rápida de peso, como en las cirugías bariátricas, también contribuyen a este problema.
La adopción de hábitos saludables es vital para mantener una buena salud digestiva. Esto implica una dieta equilibrada, rica en fibra y moderada en grasas, además de una adecuada hidratación y ejercicio regular. Es fundamental estar atentos a síntomas como dolor abdominal, acidez o reflujo y buscar atención médica ante cualquier malestar inusual.
Respecto a las dietas altas en grasas, como la dieta keto, su uso debe ser cuidadoso, ya que pueden generar problemas digestivos si se carece de suficiente fibra. El ayuno intermitente también puede ser beneficioso, pero es recomendable que sea monitoreado por un profesional para evitar complicaciones.
SINTOMAS
Por último, es esencial estar alerta a los síntomas de advertencia que pudieran estar relacionados con el cáncer de colon, como pérdida de peso inexplicable, cambios en el hábito intestinal o sangrado. Las colonoscopías preventivas están recomendadas a partir de los 45 años para una detección temprana.
Si deseas realizarte una evaluación con la doctora Pamela Cabrera, puedes contactarla a través de WhatsApp al 809-631-7882 o seguirla en Instagram como DRA.PAMGASTRO25. Cuidar nuestra salud digestiva es fundamental para llevar una vida plena y saludable. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!